Todo comenzó entre los que no eran dueños de sí mismos, para sobrellevar el trabajo. Al principio sólo lo entendieron los que eran jóvenes y querían ser los aparceros de sus destinos. Esa fue la juventud alegre y combativa, fuente de donde manó toda la cultura popular capitalista. Las sectas tradicionalistas y bolcheviques no lo podían entender, como no lo entendieron las vanguardias de las estéticas renovadoras y fascistas: era tan simple... Entonces arrasó el mundo conocido y toda la progresía pija lo pulió y lo reconstruyó en forma de arte culto, levantando los adoquines para encontrar la playa, acto constitutivo de la nueva sociedad: el reino de los deseos florecía como un árbol multicolor. Parecía que lo habían conseguido, pero no les quedó más que el mercado. Los bolcheviques y los fascistas patalearon en sus tumbas: ¡Capitalismo decadente!
Todo comenzó entre los que no eran dueños de sí mismos,
ResponderEliminarpara sobrellevar el trabajo.
Al principio sólo lo entendieron los que eran jóvenes y querían
ser los aparceros de sus destinos.
Esa fue la juventud alegre y combativa, fuente de donde manó
toda la cultura popular capitalista. Las sectas tradicionalistas
y bolcheviques no lo podían entender, como no lo entendieron
las vanguardias de las estéticas renovadoras y fascistas: era
tan simple...
Entonces arrasó el mundo conocido y toda la progresía pija lo
pulió y lo reconstruyó en forma de arte culto, levantando los
adoquines para encontrar la playa, acto constitutivo de la
nueva sociedad: el reino de los deseos florecía como un árbol
multicolor.
Parecía que lo habían conseguido, pero no les quedó más que
el mercado. Los bolcheviques y los fascistas patalearon en sus
tumbas: ¡Capitalismo decadente!