20 jun 2010

Tampoco es para tanto

Te parece que en la vida hay despertares, momentos en los que abres los ojos a algún hecho, a alguna palabra importante, pero su significado se esfuma rápidamente. Te preguntas por qué nunca puedes escribir con la misma letra o hacer siempre la firma exactamente igual que la vez anterior. Vas dejando escrito algún pensamiento por ahí, pero en ninguno te delatas, vives escondido. Lees el pensamiento de los otros, hablas con la gente, pero intuyes que nadie está diciendo la verdad. Todos estamos tan cerca porque vemos el mismo cielo y tan lejos, porque vivimos un infierno único. Escribes y tachas, creas y destruyes, y sientes que todo está perdido. Penando vas, penando vienes... sin consuelo.

nuestros fantasmas